Si bien la ciudad de Valparaíso esconde muchos secretos, hay cosas que no se esmera en ocultar: la mítica bohemia porteña, presente en cada rincón de la Ciudad Puerto. Por lo mismo, la agencia de turismo “Goga” ideó una serie de alternativas para quienes buscan conocer en profundidad algunas de las caras más representativas de la zona: la fiesta, los tragos, la comida y el placer.
“Queremos mostrar el verdadero Valparaíso, ese que se come, se toma y se vive a concho. Tenemos preparados tours por los lugares emblemáticos de la ciudad, pero todos contemplan paradas por bares icónicos, donde los participantes podrán disfrutar de sus tragos y comidas típicas”, cuenta Felipe Gatica, socio de Goga Turismo.
El que ha tenido mayor éxito hasta ahora es el que contempla un recorrido por los cerros Alegre y Concepción, y que culmina en la destacada “Cervecería Altamira”, donde los participantes conocen el proceso de elaboración de la cerveza en el lugar, degustan los distintos tipos y, finalmente, disfrutan de una deliciosa hamburguesa artesanal acompañada de un schop de la casa.
La “Cervecería Altamira” es ampliamente reconocida en Valparaíso porque busca rescatar a través de sus variedades lo hecho por el precursor del brebaje en Valparaíso, el inmigrante irlandés Andrés Blest, quien fundó la primera cervecería nacional en 1825. Cuenta, además, con un museo de la cerveza.
Los precios de los planes van desde los $45.000 por persona e incluye seguros asistencial y de viaje. Toda la oferta opera en la modalidad de todo incluido (transporte desde Santiago y regreso en van de turismo, tour patrimonial, cerveza, agua mineral, visita Altamira con degustación, schop, hamburguesa artesanal y visita a área de fabricación de la cerveza), por lo que los usuarios sólo deberán preocuparse de pasarlo bien. Los interesados pueden consultar y reservar al teléfono +56988872130 o en www.goga.cl.
La idea de Goga es rescatar y poner en valor el patrimonio cultural generado a partir de la bohemia porteña; de marineros, artistas, estudiantes y turistas; y sus cientos de bares, tan diversos como cada habitante de la ciudad.