La hora azul, aquel instante preciso del día en que ya no es de día, pero tampoco es de noche; un tiempo suspendido entre dos mundos. Un espacio de transito donde todo puede suceder, donde todo cambia, donde de pronto algo se disuelve y se transforma. Esa es la descripción que el director artístico del BANCH, el francés Mathieu Guilhaumon, realiza respecto del momento en que se inspira la obra con la que inició la Temporada 2014 con la compañía.
Así, a dos años de su estreno, La hora azul vuelve al Teatro de la Universidad de Chile para ser presentada en dos únicas funciones que se llevarán a cabo el viernes 4 y sábado 5 de marzo a las 20:00 horas.
El director del Centro de Extensión Artística y Cultural de la Universidad de Chile, Diego Matte, señaló que “es una obra que logró una muy buena recepción por parte del público y de la crítica, un gran trabajo de Mathieu y de los bailarines, por lo que pensamos que reponerla era una excelente oportunidad para quienes no pudieron verla en 2014, o bien, para que quienes la disfrutaron en su momento puedan revivir esa experiencia”.
En el momento en que Guilhaumon creó la obra tenía un objetivo claro, el cual era montar una creación que expresara la nueva etapa que el BANCH estaba comenzando entonces, luego de su llegada a la dirección de la compañía en agosto de 2013.
Si bien en ella no hay una narración en sí, aparecieron pequeñas historias que fueron naciendo durante el proceso de creación. Así, cada bailarín tiene su momento de libertad enmarcada en la dirección de Mathieu, que representa a la sociedad.
La música también es un factor clave. “Siempre empiezo a crear con la música porque mi lenguaje coreográfico está muy relacionado con ella. Tenía las grandes líneas y la atmósfera de la obra en mi mente, pero fue difícil encontrar lo que quería. Después de cuatro meses estuvo lista: un Nocturno de Chopin, muchas obras para cello y dos obras de un compositor inglés del siglo XVII”, comentó el coreógrafo en su momento.
A lo anterior se suma la importancia de la iluminación, porque la hora referida está relacionada con un color azul específico. “Trabajamos con la luz y la sombra, sobre dos paneles ubicados a cada lado del escenario y el reflejo de los bailarines en el muro”, agrega el director, mientras que respecto del vestuario afirma que quiso algo simple en tonalidades sepia.