De un atractivo amarillo brillante a dorado, sus aromas a miel, ores y frutas maduras, tales como sus notas a papayas y duraznos, junto a su equilibrio entre dulzor y fresca acidez natural, lo han transformado a lo largo de los años, en uno de los vinos más exitosos en el mercado nacional.
Compuesto por 85% de Sauvignon Blanc, 10% de Riesling y 5% de Gewürztraminer, Late Harvest proviene del viñedo Lourdes en el valle del Maule y es elaborado con uvas cortadas mucho más tarde que lo habitual para un vino tradicional, para que las parras sean afectadas por la llamada podredumbre noble o Botrytis cinérea, un tipo de hongo que cubre la piel de las uvas y hace que éstas
concentren sus aromas y sabores, favoreciendo la aparición de notas a miel, frutas como duraznos o
damascos maduros y múltiples especies.
Con solo 12° de alcohol, este vino es ideal para acompañar postres elaborados a base a frutas de rica acidez, o bien preparaciones como foie gras o paté de pato acompañado de una con tura, así como
también se complementa perfectamente con quesos maduros de aromas y sabores intensos.
Su enólogo Héctor Urzúa, además recomienda evitar que la preparación sea más dulce que el vino, ya que desvanece la frutosidad de éste y apaga sus aromas. “Sugiero servir el vino a una temperatura de 10 °C y, unos minutos antes de presentar el postre, agregar unas gotitas de jugo de limón a la receta para lograr la armonía deseada”.
Late Harvest destaca por su color amarillo dorado con toques ámbar lo que se traduce en un vino delicadamente frutoso al paladar, limpio de aromas y que evoluciona muy bien con el tiempo.